lunes, 19 de abril de 2010

Se publicó en Boletín Oficial el descongelamiento de vacantes en nuestro Ministerio

¿Concursos para los amigos o estabilidad para los trabajadores?



En el boletín oficial del viernes pasado finalmente nos enteramos de lo que ya era un secreto a voces: el decongelamiento de más de 300 vacantes en el Ministerio de Trabajo.

(Ver decisión administrativa Nº 506/2009 en: http://infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=166130).

Durante la última década las convocatorias a concursos han brillado por su ausencia, quitándonos toda posibilidad de ascenso vertical en el régimen de carrera. El trabajador estatal, una vez recorridos todos los grados que podía correr, no podía hacer otra cosa más que resignarse a permanecer tan congelado como las vacantes que esperaba algún día poder concursar. Tanto peor era la situación de los compañeros contratados eternamente a término, mediante el artículo 9, o bajo el fraude laboral de las pasantías, asistencias técnicas, contratos PNUD y demás modalidades "factureras", que a ese estancamiento sumaban la incertidumbre de su continuidad laboral.
Con estos antecedentes, el descongelamiento de esta cantidad inusitada de cargos parecería ser una gran noticia. ¿Será que el tan mentado pase a planta nos espera a la vuelta de la esquina?

Permanentes congelados y transitorios crónicos

A principios de 2003, al inicio de esta gestión, la planta del Ministerio contaba con 1800 trabajadores, un 80 % (1400 trabajadores) de ellos pertenecían a la Planta permanente, mientras que el restante 20 % (400 trabajadores) estaban contratados bajo diversas modalidades. De ese tiempo a esta parte, el organismo ha encarado la gestión de los planes sociales, la reactivación de la negociación colectiva y, con toda la ironía del caso, las tareas de fiscalización y regularización del trabajo registrado. Fue así como en apenas 7 años la planta del Ministerio creció más de un 100%, y hoy somos casi 4000 los trabajadores del Ministerio.
En virtud del congelamiento de las vacantes, la planta permanente se mantuvo "congelada" alrededor de las 1300 personas mientras que los ingresos se efectuaron a través de modalidades "temporales" no contempladas dentro de la estructura del Ministerio. Resultado de todo esto es que hoy tenemos un 30% de trabajadores de planta permanente, mientras que el 70 % restante, más de 2500 trabajadores, hace años vienen prestando servicio por "tiempo determinado".
Hoy se nos dice que para resolver este verdadero descalabro contractual, 4000 trabajadores deberán "concursar" por escasos 300 puestos, compitiendo entre ellos mismos y con el resto de los postulantes que se presenten para que se les reconozca lo que nunca se les debería haber negado: el derecho a la estabilidad laboral y a un régimen de carrera.

Un paso adelante, dos pasos atrás

Desde ATE hace años que venimos bregando por la regularización de la totalidad de los trabajadores. A fines del 2002, se dijo que el tan mentado "pase a planta permanente" estaba al caer. Se trataba en realidad de un régimen de "contrataciones de personal por tiempo determinado", conocido como "artículo 9", el cual comprendía "exclusivamente la prestación de servicios de carácter transitorio o estacionales, no incluidos en las funciones propias del régimen de carrera, y que no puedan ser cubiertos por personal de planta permanente". Se nos dijo que constituía un primer paso hacia la regularización de los trabajadores.
En las actuales circunstancias, y frente al silencio de las autoridades, cuesta creer que el presente llamado a concurso resulte ser el paso siguiente.
Pretender resolver la situación de 2700 trabajadores "de carácter transitorio o estacional" y otros 1300 "congelados" por años concursando 300 puestos, es como intentar vaciar el Atlántico a fuerza de cucharita.
Desconocemos cuál ha sido el criterio para elegir los puestos a ser descongelados, ni sabemos qué pasará con el resto de los puestos, y mucho menos con aquellos puestos que no existen en la estructura formal del ministerio

¿Cómo explicarles a trabajadores que durante años vienen poniéndole el cuerpo al Ministerio, que a la hora de reconocerles sus legítimos derechos deberán medirse con sus propios compañeros, con el resto de la administración pública y con cualquier persona que se postule a su cargo?
Corremos el riesgo cierto de profundizar las diferencias contractuales con la llegada de nuevos agentes que ingresarían al organismo con los beneficios de la estabilidad laboral bajo el brazo, pasando por encima de compañeros que dedicaron buena parte de su vida al Ministerio. Tampoco sabemos qué pasará con la persona que se presente a concursar "su propio puesto" y lo pierda frente a otro postulante. ¿Seguirá contratado bajo la misma modalidad que lo venía haciendo? ¿O se nos dirá que sólo hay presupuesto para una única vacante?

¿Un Ministerio excepcional... o un Ministerio en estado de Excepción?

Todo trabajador estatal debe contar, tal como la establece la Constitución, con la estabilidad del empleado público, y su puesto debe estar contemplado en la estructura formal del organismo. La contratación de personal por tiempo determinado debería ser la excepción, y debería destinarse exclusivamente a tareas eventuales o estacionales, y no para encubrir puestos de planta permanente. Pero en nuestro organismo la excepción es la regla.
En este contexto no tiene sentido hablar de concursos, simplemente porque LAS VACANTES A CUBRIR NO EXISTEN,  los puestos hace años que están siendo ocupados por trabajadores a los cuales se les ha negado sus derechos.
Es preciso encarar un proceso de regularización de los trabajadores, por el cual todos los trabajadores bajo modalidades irregulares (contratos "temporales" del Artículo 9, PNUD, asistencias técnicas, pasantías, etc.) puedan acceder a la estabilidad del empleado público, y los trabajadores de planta puedan acceder a un verdadero régimen de carrera.

¿Y entonces, qué hacemos frente a este llamado a concursos?

Hasta tanto podamos lograr este proceso de regularización, tenemos que trabajar activamente para que este llamado a concursos permita que la mayor cantidad posible de compañeros del Ministerio acceda al régimen de estabilidad y pueda progresar en su plan de carrera.
Por eso, aún cuando sabemos que un llamado a concursos no es la herramienta idónea para resolver esta situación, proponemos impulsar las siguientes medidas:

- Actualizar la estructura formal del Ministerio para reflejar la totalidad de los 4000 puestos "realmente" existentes.
- Establecer un cronograma por el cual se regularice la situación de todos los trabajadores que hoy cumplen funciones permanentes del organismo, cualquiera sea su modalidad de contratación, priorizando aquéllos con mayor antigüedad en el puesto y los que estén próximos a jubilarse.
- Exigir al Ministerio que certifique formalmente nuestra experiencia en los puestos que hace años venimos desempeñando.
- Reclamar capacitación específica para las tareas que son HOY mismo nuestra responsabilidad, y que dicha capacitación sea tenida en cuenta en todo proceso de selección.
- Arbitrar los medios para que la experiencia sea un factor decisivo en el proceso de selección
- Asegurar la más amplia participación gremial, no sólo en los procesos de selección, sino también en la determinación de la cantidad y oportunidad de los puestos a descongelar.
- Asegurar la más amplia difusión y asesoramiento para los trabajadores del Ministerio en este proceso.

La pelea por el pase a planta permanente y el derecho a un régimen de carrera son reclamos que venimos sosteniendo desde hace años. Hoy tenemos la doble responsabilidad de continuar peleando por un verdadero proceso de regularización de los trabajadores, y al mismo tiempo lograr que este proceso signifique el acceso a la estabilidad laboral de la mayor cantidad posible de compañeros. Para ello, debemos trabajar activamente para que este llamado a concursos no se transforme en un nuevo engaño a los trabajadores.

El trabajo digno...
Empieza por Casa

(ATE – MTEySS)

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