viernes, 24 de abril de 2009

2009: No nos quedemos de brazos cruzados

Tapa de Empieza por Casa Nº 2

Lo que hicimos y lo que podemos hacer

“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas. Esta vez es posible que se quiebre ese círculo.”

(Rodolfo Walsh)

Allá lejos y hace tiempo, más precisamente durante marzo de 2008, se veía venir un horizonte complejo: la constante inflación reducía día a día el poder adquisitivo de nuestros salarios y el escenario de paritarias que se avecinaba asomaba como una oportunidad propicia para organizarnos y pelear por nuestras reivindicaciones inmediatas como trabajadoras y trabajadores del MTEySS.
Con mayor impulso desde las bases que desde las Juntas Internas, que ejercen la representación de los trabajadores/as, se inició un proceso de organización artesanal. Las Asambleas de base comenzaron a crecer por los distintos pisos y sectores de los edificios de Alem y, en igual sentido, la información que llegaba desde el interior del país hablaba de disconformidad respecto de la situación salarial.

¿Cómo continuar?
La organización incipiente y la acumulación de fuerzas no eran suficientes para torcer el destino que intentaba imponer la patronal. Por eso, en el marco de distintas reuniones de trabajadores, se resolvió recolectar firmas con la intención de invitar a los sindicatos (ATE y UPCN) a convocar a una Asamblea dónde debatir colectivamente los pasos a seguir. Así se hizo: en pocos días, aproximadamente 500 firmas de diferentes puntos del país expresaron el alto grado de disposición de los compañeros a dar la lucha por nuestros derechos.
El comportamiento de los sindicatos no fue equivalente: en tanto UPCN utilizaba las hojas con las firmas de sus representados como blanco para el juego de dardos en su dependencia gremial del 2º piso de Alem 650, en la Planta Baja del mismo edificio ATE cumplía en convocar al encuentro de trabajadores. A partir de esta Asamblea, que contó con la gratificante presencia de cerca de 150 compañeros/as, se puso en marcha un conjunto de iniciativas y medidas de lucha (cortes de calle, papelazos, y paros con presencia en los edificios de Alem) que estimularon la conformación de un Cuerpo de Delegados de base que comenzó a articular con la Junta Interna de ATE. En tanto, en el interior del país, diversas Gerencias llevaban a cabo un movimiento de resistencia que superaba incluso los tímidos límites sugeridos por la Junta Interna desde la Capital.
La fase ascendente de este proceso alcanzó su punto culminante el 14 de Junio, con el recordado “Jueves Negro”. Esta medida, empujada desde abajo y viabilizada a través de ATE, tuvo una importante repercusión mediática y nos encontró unidos en las consignas: “¡Basta de precarización laboral en el MTEySS y aumento salarial ya!”. Sin embargo, a partir de ese día, y con el conflicto agrario como contexto, la Junta Interna de ATE-MTEySS, pese a la ausencia de resultados positivos, decidió que ya era suficiente e impuso como tema prioritario la discusión de la Carrera del Servicio Público Estatal (SINEP), lo que condujo a un callejón sin salida. Como era de esperar, a comienzos de septiembre Función Pública y UPCN “abrocharon” el SINEP con el resultado que todos conocemos: un tibio incremento salarial que no alcanza a cubrir las necesidades de los trabajadores y el no reconocimiento de los adicionales para el personal contratado bajo el Artículo 9.

¿Qué enseñanzas nos deja la experiencia iniciada en 2008?

- Que sólo podemos confiar en la organización que nosotros mismos nos demos.
- Que el camino para la organización de los trabajadores debe recorrerse de abajo hacia arriba, desde el lugar de trabajo hacia el sindicato, y que esa dinámica es la única que puede evitar que nuestros justos reclamos se congelen por parte de las direcciones gremiales.
- Que la herramienta sindical es imprescindible porque brinda el respaldo legal necesario para actuar con efectividad ante nuestro empleador.
- Que cada uno de nosotros debemos hacer propio ese instrumento para utilizarlo con firmeza y serenidad.
Aprendamos del pasado para tomar nuevo impulso en el año que comienza. Las semillas de solidaridad que plantamos durante el 2008 están vivas, a la espera de que las ayudemos a crecer.



Subnota:
El único héroe válido


“Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizá por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe ´en grupo´, nunca el héroe individual, el héroe solo”.


(Héctor G. Oesterheld)

Va a ser un año duro...

La crisis y la “profecía autocumplida”

En una reunión de “departamento” realizada a finales del año pasado, la Directora afirmó, mientras hacía un balance del 2008 y planteaba las perspectivas para el 2009, que se venía un “año duro”... Y todos supimos automáticamente qué quería decir.
¿Sabés qué es una profecía autocumplida? La crisis económica que empezó durante el 2008 lo es. Y no vayamos a creer que tal crisis no existe, es bien real. El problema radica en sus causas. Digamos por lo pronto que la “verdad” es una construcción, y hay determinados sectores que por su ubicación privilegiada dentro de la estructura económica mundial tienen la capacidad de hablar con la verdad. Los grandes capitalistas financieros han demostrado tener la manija de este juego, y cuando la bolilla no los favoreció decidieron que habría crisis. Sus esbirros mediáticos y los “gurúes” del mundo de las finanzas se encargaron de difundirlo más que sobradamente. A esta gente no le gustó cómo venía la mano y decidieron retirarse un tiempito del juego y guardar su ganancia, y los trabajadores del casino nos quedamos sin “caja de empleados”.
No vale la pena explayarse, y no alcanzaría el espacio para hacerlo, sobre la crisis financiera del 2008. Quizá ni Viernes ni Robinson Crusoe se hayan enterado, pero el resto estamos más o menos al tanto de cómo se sucedieron los hechos. Lo importante ahora es tratar de anticipar en qué medida esta crisis nos va a afectar concretamente a nosotros y a las perspectivas de que nuestro salario no quede rezagado frente a la suba de precios.
Todos sabemos que sigue habiendo cuentas pendientes en el Ministerio de Trabajo, tanto en materia salarial como contractual. Los avances en este sentido han venido siendo más que modestos en los últimos tiempos, en los que la inflación de precios estuvo muy por encima de la de los aumentos de salarios. ¿Qué va a pasar entonces durante el “duro” 2009? Si dependiera de las autoridades no pasaría nada, porque va a ser un año de cinturones apretados y gastos recortados. Y como todos sabemos también que lo primero que se recorta es a los trabajadores, nuestro miedo refuerza la realidad de la crisis.
Nos toca a nosotros hacerle frente a este discurso intimidatorio que tiene por único objeto nuestro miedo y nuestro conformismo. Probablemente durante este “año duro” veamos desfilar por la puerta del Ministerio a trabajadores de distintas empresas que recortarán “gastos” para vadear la crisis. Pero nosotros, como trabajadores estatales, no podemos acompañar este discurso. No podemos quedarnos sentados mientras el año desfila delante de nuestras narices a la espera de que la “economía” se reacomode y que, recién entonces, nos toque algo a nosotros.
No creamos que no vaya a ser un año duro, pero tratemos de no hacer nuestra parte para que se cumpla la profecía. No nos dejemos engañar: que haya un par de buitres dando vueltas no significa necesariamente que haya un cadáver pudriéndose cerca.

Objetivo: La Estabilidad en el Empleo Público

“El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo”
Roberto Arlt, en el prólogo a Los Lanzallamas (1931)
Dos fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación –“Madorrán” y “Ruiz”, resueltos respectivamente los días 3 y 15 de Mayo de 2007– actualizan principios generales de carácter fundamental en materia de empleo público y de interpretación respecto de las garantías del artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Este pasaje de la Carta Magna establece que, a diferencia del trabajador privado, el agente público se halla amparado por la garantía de estabilidad propia, tal como fue interpretado por el Tribunal Supremo; es decir, aquella que proscribe la posibilidad de despedir empleados sin causa y con el sólo requisito de una indemnización sustitutiva. Este principio busca como resultado un normal y eficiente funcionamiento de las instituciones del Estado en beneficio de los administrados, así como la neutralización de la arbitrariedad partidaria en el ámbito de la Administración Pública.
Ahora bien, la mencionada estabilidad se aplica efectivamente al personal de Planta Permanente pero no a los contratados; tampoco a aquellos que lo están bajo el art. 9º del Anexo a la Ley 25.164. Sin embargo, este principio resulta también aplicable a los contratados por tiempo determinado, o por servicios de carácter transitorio o estacional que conforman en el caso del MTEySS, por citar un ejemplo, el 70% del personal aproximadamente. Aunque este personal está equiparado a los niveles y grados de la Planta Permanente, se encuentra integrado por personas privadas de la estabilidad y, por añadidura, del derecho a la carrera administrativa, lo que pone de relieve la inconstitucionalidad por omisión del Poder Ejecutivo. Esta situación se ejemplifica en la variedad de contratos públicos que continúan desestimando el ejercicio activo del derecho a aquella.
En efecto, al no realizarse los concursos propios de la carrera administrativa hay una gran cantidad de trabajadores contratados que carecen en la práctica de ese derecho constitucional a la carrera, tan clara y enfáticamente declarado por la Corte. Por esta razón, se encuentran expuestos a los vaivenes de las alternativas políticas, con la consiguiente posibilidad de cesantías masivas en razón de cambios de gobierno.
A las consideraciones señaladas se suma un aporte sorprendente. En la conclusión de un trabajo de su autoría, el actual Director de Asuntos Jurídicos del MTEySS, Dr. Leonardo J. Ambesi, sostiene que: “La interpretación brindada por el alto tribunal en ‘Madorrán’ y ‘Ruiz’ sobre los alcances de la garantía constitucional de la estabilidad del empleado público resulta auspiciosa, en particular porque se ha privilegiado la esencia de un derecho que, con base en reformas estatales, racionalizaciones y ajustes diversos, había quedado reducido al reconocimiento indemnizatorio en algunos casos y, en otros, al mantenimiento de una notoria desigualdad entre agentes de la administración que se vinculan con ésta mediante una situación de revista similar.
Sin perjuicio de ello, la complejidad del entramado que posee el sistema de relaciones laborales en el Estado nos permite arriesgar que ésta no será la última oportunidad en que la Corte se exprese respecto de la citada garantía constitucional, teniendo en cuenta tanto las diferentes formas en que se configuran las vinculaciones de los agentes públicos, su desarrollo a través del tiempo, la conducta desplegada por las partes y las normas de aplicación que se encuentran en juego.”
(1)
Extender estos criterios al personal en esas condiciones constituiría un avance interpretativo que en última instancia es facultad de la Suprema Corte. Crear las condiciones para que dicho avance interpretativo se produzca es una de las tareas fundamentales que tenemos por delante, y lograrlo es facultad exclusiva de los trabajadores estatales. Sólo aplicando al máximo nuestra lucidez y nuestra energía podremos conseguirlo.
(1) El citado pasaje es un fragmento del ensayo titulado “Los casos ‘Madorrán’ y ‘Ruiz’: la nueva jurisprudencia de la Corte sobre la estabilidad del empleado público”, publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). El mismo se encuentra disponible en: http://www.juridicas.unam.mx/

Aportar a la UNIDAD desde abajo, construir una ALTERNATIVA gremial

La necesidad de la participación y la organización gremial impulsada desde las bases

La pelea por condiciones dignas de trabajo nos exige cotidianamente pensar cuáles son las mejores formas y medios para obtener nuestras reivindicaciones. No son pocas las veces en las que “cortarse solo” parece ser la forma más efectiva de lograr mejoras (individuales) y por esto mismo no son excepciones los casos de compañeros/as que eligen resolver “lo propio” desentendiéndose del resto.
Esa es una realidad y no vamos a negarla. Sin embargo, no es con los/as “carreristas” que avanzan pisando cabezas con quienes nos interesa dialogar, sino con aquellos/as compañeros/as que están convencidos/as de que sólo son válidas y legítimas las soluciones colectivas, pero que muchas veces se desaniman al ver que tantos esfuerzos caen en saco roto o no brindan los resultados esperados. Con ellos queremos compartir algunas reflexiones y charlar sobre la necesidad de organizarnos gremialmente con criterios democráticos y participativos, pues sólo a través de esta herramienta vamos a tener chances de obtener mejoras que nos incluyan a todos/as.



Convertir la bronca, en organización

“Esto lo tenemos que resolver a nivel de la Dirección o de la Gerencia” o “los sindicatos no sirven para nada”, son comentarios que habitualmente escuchamos en nuestros lugares de trabajo. No faltan los motivos para llegar a conclusiones de este tipo, que en no pocas ocasiones tienen como causantes las “transas” y complicidades de los gremios con las autoridades, o en el mejor de los casos la impericia o pasividad para defender nuestros derechos.
Sin embargo, este sentimiento anti-sindical finalmente se nos vuelve en contra como un boomerang: cuanto más débiles sean las herramientas gremiales y más desorganizados estemos los/as trabajadores/as, peores condiciones de trabajo nos van a imponer. Ante esto, todas las movidas “autoconvocadas” tienen un enorme valor porque expresan el sincero deseo de muchos/as compañeros/as de involucrarse para cambiar la realidad que nos toca vivir; sin embargo, a poco de andar tienden a “pincharse” ante la imposibilidad de lograr respuestas efectivas a los reclamos. Estas dinámicas son constantes y debemos extraer las conclusiones correctas para no estar arrancando siempre desde cero. Resulta imprescindible encauzar esas energías y ganas de participación hacia formas colectivas de pelea y organización, que se sostengan en el tiempo, y que en el caso de la lucha reivindicativa de los/as trabajadores/as ocupados/as están indefectiblemente asociadas a las herramientas gremiales.

Organizar una alternativa
Ya comentamos en el primer número de nuestra revista que la mayor parte de quienes integramos Empieza por Casa somos afiliados de base de ATE. Creemos que a diferencia de UPCN –que de hecho cumple el rol de representante del Estado empleador ante los trabajadores/as, cuando debería ser al revés-, ATE ha demostrado históricamente un mayor compromiso en defensa de los derechos de los trabajadores/as (claro está, no exento de contradicciones ni aspectos cuestionables) y ofrece fundamentalmente mayores posibilidades de participación democrática para dar la lucha por nuestras reivindicaciones.
Por esta razón creemos que es imprescindible involucrarnos activamente en la gestación, desde ATE, de otro modelo de construcción sindical, que se desarrolle desde la base, mediante prácticas democráticas y antiburocráticas (ver abajo “La importancia de los delegados de base”). Que asuma que la organización en asambleas, la movilización activa y las medidas de acción directa son los métodos fundamentales para la defensa de nuestros derechos y la obtención de nuevas conquistas, y que esta necesidad no puede quedar postergada en función de la simpatía o adhesión política con los funcionarios o gobiernos de turno.
Por eso un grupo de compañeros y compañeras nos estamos organizando unitariamente alrededor de estos acuerdos, con el objetivo de conformarnos como un agrupamiento de base en el que trabajadores/as con distintas miradas políticas no antagónicas podamos aunar esfuerzos para dar una firme pelea por mejores condiciones de trabajo.
Sobre estas bases, y con esta perspectiva, los invitamos a sumarse a la gestación de una alternativa gremial democrática, antiburocrática y de lucha, para que juntos podamos definir los pasos a seguir y los caminos a recorrer. ¿El objetivo? Construir un Sindicato que nos incluya a todos y que pelee con decisión y sin titubear a la hora de defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores del Ministerio de Trabajo.

Subnota:
La importancia de los delegados y delegadas de base
Para la gestación de otro modelo de construcción gremial es fundamental el papel que cumplen los delegados de base fuertemente arraigados en los lugares de trabajo. Esto es crucial para dar vida a una práctica de construcción que cotidianamente propicie valores de cooperación y solidaridad, compañerismo y fraternidad entre trabajadores/as. Y que además demuestre que el Sindicato no es algo ajeno a la realidad cotidiana de cada uno de nosotros, si no que toma cuerpo en ese compañero/a apreciado/a, valorado/a, que día a día comparte cada una de las vicisitudes que sufrimos en el laburo.
Por el contrario, es altamente sintomático –por lo negativo- que algunos/as delegados que hoy cuentan con representación formal tengan nula inserción y referencia entre sus compañeros/as de trabajo (o cuando no, directamente mantengan una mala relación con ellos/as).
Esto habla de un Sindicato que en lugar de acercarse más a las necesidades e inquietudes de los/as compañeros/as, no hace otra cosa que alejarse de ellas. Una pena.

Nuestros derechos, nuestras expectativas

El Estado empleador discrimina a los trabajadores contratados por Artículo 9

Como contratados por tiempo determinado en el marco del Artículo 9° del ANEXO I de la Ley N° 25164, tenemos los siguientes derechos: retribución justa por sus servicios, con más los adicionales que correspondan; libre afiliación sindical y negociación colectiva; licencias, justificaciones y franquicias; interposición de recursos; jubilación o retiro; renuncia e higiene y seguridad en el trabajo (Ley N° 25164, ANEXO I, Artículo 16)
En este Sistema Nacional de Empleo Público se efectúan las siguientes clasificaciones de personal: por nivel escalafonario: A, B, C, D, E y F, de mayor jerarquía, competencia y responsabilidad a menor jerarquía, competencia y responsabilidad. Por grado asignado dentro de cada nivel: aquí se prevén 10 grados, (General: 1 al 3; Intermedio: 4 al 8 y Avanzado, 8 al 10), en función del desempeño y la antigüedad, y de menor a mayor. Por agrupamiento: General, Profesional, Científico Técnico y Especializado. Descriptos en el Artículo 11 según la función y requisitos a cubrir para dicha función, de menor a mayor exigencia.
En ningún caso se hacen excepciones respecto de los contratados bajo el régimen del Artículo 9°.
El régimen general para ser incorporado o reconocido en el correspondiente agrupamiento viene dado por el Artículo 32 del Convenio, el cual tampoco hace excepción de contratados bajo el régimen del Artículo 9º.
Se ha indicado que los contratados bajo el régimen del Artículo 9° no podemos ser incorporados o reconocidos en el agrupamiento profesional en virtud de lo dispuesto por el Artículo 124 del Convenio SINEP: “El personal que revista bajo el régimen de carrera sustituido por el presente Convenio a la fecha de entrada de éste será reencasillado con efecto a partir del 1° de diciembre de 2008, de la siguiente manera: (…) 2. Personal que revista en los anteriores Niveles B o C del Agrupamiento General que no acreditara título de grado universitario correspondiente a carrera de duración no inferior a CUATRO (4) años, o que acreditándolo no tuviera asignado el Suplemento por Actividad Profesional y el Adicional por Mayor Capacitación según corresponda, permanecerá revistando en el mismo Nivel en el nuevo Agrupamiento General”.
Este artículo viene a indicar cómo se trasladan los encasillamientos del personal del SINAPA, en forma automática a los escalafones creado por el SINEP. En efecto, los contratados bajo el Artículo 9°, en cuanto a que inauguran su participación en la carrera administrativa colectiva a través del Convenio SINEP no pueden ser agrupados al 1° de diciembre en forma automática, pero nada indica que no puedan serlo al 1° de enero de 2009 y sucesivamente, en aplicación de lo dispuesto por todo el resto del Convenio.
No resulta posible aplicar un artículo que corresponde a una regla de excepción, provisoria y transitoria, como régimen general contra toda la letra explícita del Convenio.
En tanto son derechos que lo asisten en la letra escrita de la norma aplicable, no pueden ser objeto de revisión o negociación. Ya han sido oportunamente logrados como conquistas de la profesión administrativa, y del derecho de todo trabajador a una administración pública dinámica, seria y eficiente.
Las expectativas que pueden ser objeto de negociación tienen que ver con el proceso de reconocimiento del carácter de empleados públicos, con la garantía de la estabilidad propia establecida en nuestra Constitución Nacional, y los procesos de capacitación, para mayor seguridad jurídica, garantía del control del Estado y mejor respuesta a las demandas ciudadanas.

Hay quienes trabajan para el funcionario de turno. Son los oportunistas, que miden su actuación en orden al rédito político inmediato. Para ellos, el fin justifica los medios.
Hay quienes trabajan para las arcas del Estado. Son los burócratas, que miden su actuación en orden a evitarle gastos, preocupaciones, o innovaciones a la estructura formal. Para ellos, el medio aniquila los fines.
Hay quienes queremos trabajar para dar respuesta a los reclamos del ciudadano. Nuestros fines son equivalentes a nuestros medios. Somos los empleados públicos.

Para no olvidar

1976 - 24 de marzo - 2009: A 33 años del golpe genocida



Andrea era maestra, trabajaba en la Villa 31, tenía 24 años y estaba embarazada de cinco meses. Vivía en San Miguel con su compañero en una casita humilde. Susana, hoy integra la lista de desaparecidos por la última dictadura militar que tuvo lugar en la Argentina.
...
Era una tarde otoñal en Santiago de Chile, Francisco volvía para su casa luego de una reunión. Allí lo esperaba su mamá para almorzar, al otro día rendía un parcial en la Facultad de Derecho. Nunca llegó al almuerzo, nunca llego al parcial…Desaparecido en junio del ´77.
...

Éstas podrían ser la historia de miles y miles de hombres y mujeres de toda Latinoamérica durante los convulsionados años 70. La política de aniquilamiento psíquico y físico de los hoy desaparecidos y de los miles de presos políticos durante la última dictadura argentina, no fue resultado de la casualidad ni provocada por “excesos individuales”, sino que fue producto directo de una política cuidadosamente pensada, diagramada para todo el continente, englobada en lo que se conoció como la Doctrina de Seguridad Nacional, sostén ideológico de dichas dictaduras. Sus ejecutores militares fueron instruidos en la “Escuela de las Américas”, en Panamá, en donde se los instruyó en técnicas contrainsurgentes promoviendo las violaciones a los derechos humanos y la represión clandestina.
Desde este punto de vista, el golpe de Estado que se organiza el 24 de marzo no es un hecho aislado en el mundo sino un eslabón más de una cadena que encerraría y aplastaría a mujeres y hombres de toda Latinoamérica, comprometidos política y socialmente en el intento de querer cambiar el mundo. Hombres y mujeres cuyo deseo no era otro que el generar las condiciones para una sociedad más justa, donde las igualdades sean realmente iguales para todas/os, que creyeron que una realidad diferente, con justicia para todos/as, era posible; que creyeron que la realidad no es obediencia, que creyeron que la realidad esta ahí para transformarla, que rehusaron aceptar los límites de la fatalidad. De manera paralela, dictaduras y tortura iban tiñendo el mapa de nuestra América Latina.
Las secuelas que dejó la dictadura siguen aun vigentes, nos remiten a ella, nos recuerdan aquel oscuro pasaje de la historia argentina, que no debemos jamás olvidar: desaparecidos, voces acalladas, identidades destrozadas, miedos, dudas, sombras sin dueños, almanaques sin carnaval, parches mal cocidos en la memoria, maquinas de escribir sin usarse, historias mal contadas, cicatrices en los pueblos, 30000 sueños saboteados, arruinados, Estados ineficientes, 30000 fuegos apagados, países cansados, 30000 ecos sin voces, Estados corruptos, 30000 almas cercenadas…
Por todas esas almas, por todos los nietos y nietas sin encontrarse, por cada una/o obligada/o a vivir en el exilio, por cada espíritu desmoronado y para nunca perder la libertad en toda su expresión, es que debemos seguir exigiendo justicia.
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres” (Don Quijote de la Mancha).

La “changa” nuestra de cada día


¿Quién no ha estado frente a la computadora y algún collarcito le ha pasado por las narices acompañado de algunos comentarios de “¡Qué lindo, te queda bárbaro!” No es novedad para ninguna/o de nosotras/os la existencia de estrategias por parte de la/os trabajadora/es para incrementar los magros sueldos a los que nos tienen acostumbrados. Es por ello que pensamos cómo darle un lugar en nuestro boletín a prácticas que se han vuelto tan usuales en la vida de los trabajadores y es así, que en esta nota decidimos que la protagonista sería la tan mentada changa: la changa nuestra de cada día.
Lo cierto es que las búsquedas de estrategias y recursos complementarios -empresas en pequeña escala- de las/os trabajadoras/es del Ministerio, nos encontró este fin de año en medio de una nutrida variedad de “opciones para el arbolito”. Especie de feria con abundante circulación de mercancías en variedad y hasta en opciones de pago. Las vísperas de las fiestas y potenciales clientes a los que se los seducía con buenos precios, imprimieron un desfile de diferentes productos a ser consumidos tanto por la cartera de la dama como por el bolsillo del caballero.
Uno podía encontrar en los pasillos y en la publicidad del boca en boca, o la buena onda de alguien que hacía las veces de mula, una oferta que iba desde elaboración de confituras y minutas de bajo tenor graso, hasta bijouterie hecha en casa y ropa interior para fogosas, y no tanto, noches de paritarias. Las estrategias de marketing, incluyeron degustaciones, muestrarios improvisados, folletería con fotos y talles y explicaciones caseras de las bondades de la mercadería.
Pero la changa no es sólo el producto en si mismo sino que es fiel compañera de la extensión de la jornada de trabajo durante la noche y, muchas veces, durante los fines de semana: ¿cuándo sino se preparan las exquisiteces comestibles?, ¿cuándo se realizan las correcciones de los prácticos de los alumnos del secundario, o se elaboran los informes para alguna investigación o se completan las encuestas de algún sondeo de opinión?
Si bien estos últimos no fueron ofrecidos en la feria improvisada, son parte de los “rebusques” que dan cuenta de diversas prácticas que complementan ingresos y que conforman estrategias de supervivencia.
Este relato intenta dar cuenta de ciertos recursos y prácticas a las que las/os laburantes se ven obligadas/os a afrontar con el objetivo de completar su ingreso familiar, actividades que en algunos casos resultaron ocasionales pero en otras obligadamente se han vuelto permanentes.
Bienvenida la creatividad y la permanente “criollada”, pero cuando esta situación es empujada por salarios que no alcanzan, vale la pena analizar el contexto en el cual surgen y dejar lo anecdótico para Papá Noel.

2009: Los astros bancan a la Runa


Quiero antes que nada agradecer el espacio cedido por el equipo de editores del boletín Empieza por Casa para efectuar la gravísima denuncia por los hechos que a continuación detallo:
Entregado el horóscopo de Aries para el presente número me disponía a terminar mi maleta y partir al Uritorco cuando un extraño sonido invadió mi morada. Al cabo de unos minutos entendí que era el teléfono, sabrán entender que yo sólo me comunico con los astros y como imaginarán no utilizan ese medio. Levanté el auricular y una voz oscura rugió: “Te vamo a hundir, vas a ser menos creíble que Lily Sullos”.
Desesperada prendí dos velas violetas para recuperar la templanza. Pero éste fue sólo el principio. Siguieron los llamados y notas deslizadas por debajo de la puerta escritas con letras recortadas de periódicos. Entonces entendí que no tenía alternativa y decidí adentrarme en el asunto.
Parece ser que el líder de nuestra cofradía, Paladium Catore, descubrió en su carta astral que esta humilde pitonisa lo desbancaría. Es por esto que está empeñado en destruirme... lo que no logro entender es por qué ese hombre no quiere irse de ahí si es menos consultado que las predicciones 2006 de la revista Oráculo.
La amenaza que me hicieron se basa concretamente en desarticular por vía terrestre todo lo que las estrellas me dictan. Pero el mapa astrológico es contundente: se avecina un año de fecunda organización para ustedes. Gente de Catore dice que conoce personas influyentes y que no descansarán hasta dar vuelta el futuro que se presenta. Obviamente nosotros sabemos que eso no es posible.
¡Perdón arianos! Casi lo olvido, tendrán un excelente año en el amor. Parto al Uritorco…

Caso Testigo


Hace ya mucho tiempo…
Alguien llamado J, empieza a trabajar en el MTEySS, con abundantes expectativas sobre su futuro. Antes que nada, debía abocarse a recolectar los papeles necesarios para su ingreso. Cumplidos los requisitos se dirige a firmar su contrato que lo vincule con el Estado Nacional. Llegado el momento, sin mirarlo alguien le alcanza amablemente una Bic azul, al tiempo que le señala una serie de hojas para que firme. Ansioso, firma mecánicamente la primera copia, pero luego, cuando se enfrenta a la segunda, presta atención y se encuentra con algo que lo sorprende: el Estado no aparece como contraparte contratante. En su lugar aparece una extraña sigla: PNUD. “Plan Nada Usual Disponible” o “Para Nosotros Un Desastre” o “Pista Nacional de Urticarias Decepcionantes”, pensó J, mientras avanzaba en la lectura y, paralelamente, en la desolación. En esas cavilaciones se encontraba, cuando una chica de agradable voz le dice: “Una copia déjela ahí y la otra es para usted. Empieza mañana”.

Al día siguiente J habla con su jefe, llamado G:
J: “Quería saber por qué firmé un contrato de 6 meses con el Programa de Naciones Unidas”
G- “Sucede que es el único modo que tenemos de contratar personal con sueldos que puedan acercarse a algo digno. Además no contamos con vacantes para que ingrese a la planta del Ministerio”, le respondió con una sonrisa.
J-: “Es que yo imaginaba que éste era un trabajo estable, que iba a trabajar para el Ministerio”, propuso con voz tenue.
G: “No se preocupe, la renovación es casi automática, y tiene que venir a trabajar acá, de hecho en un par de semanas le vamos a dar la tarjeta… ¡y va a fichar su ingreso diario! ¿Buenísimo, ¿no?”
J: “Se, se…”

Dos años más tarde, en el mes de diciembre...
J: “Buen día jefe. Necesito hablar algo directamente con usted. Escuché en el ascensor que hay problema con los contratos para el año que viene. Estoy preocupadísimo. Además como usted sabe la semana que viene me voy de vacaciones y me aterra la idea de volver de Mar del Plata y no tener trabajo”
G- (Luego de sumergir el labio inferior en el superior y realizar una extensa pausa) “Han sido extenuantes las negociaciones que hemos debido realizar para conseguirles unos días de descanso que no les corresponden por contrato. Espero sepa comprender que no podemos también garantizaaaar que…”
Durante los quince minutos que siguieron sólo rompieron el silencio el timbre de algún teléfono y el desgaste de los teclados de las computadoras.
J- “Se, se…”, murmuró sin pensar.

Seis años después
G: “Le tengo excelentes noticias estimado J. ¡A partir de ahora entrará en el Art. 9!”
J- “¡Que bueno! ¿Eso quiere decir que ya voy a ser planta del Ministerio?, exclamó animado.
G: “Bueno, no exactamente… pero vamos a hacer lo posible por respetarle lo que viene cobrando”.
J: “Pero…”, y se quedó callado.
G: “En realidad, esa modalidad de contratación es lo más cercano a un pase a Planta. Además no va a pagar más el Monotributo, tiene aguinaldo y los F14! Buenísimo, ¿no?”
J: “Se, se…”

Cuatro años después
J: “¿Quería saber si hubo novedades acerca de la apertura de los concursos sobre los que se había hablado hace un par de meses atrás?”
G: “¡Siii! Parece que en diciembre del año que viene se descongelan cuatro vacantes. Buenísimo ¿no?”
J: “Se, se…”, dijo extasiado.

Del Nº 1 de Empieza por Casa

Tapa del primer número de Empieza por Casa




Quiénes somos

Esta revista surge de la iniciativa de un grupo de compañeros y compañeras del Ministerio -de distintas Direcciones, pisos y modalidades de contratación-, que nos fuimos conociendo durante el proceso de asambleas y movilizaciones iniciado en los primeros meses de este año. Así fue como, desde distintos lugares pero con similares inquietudes y broncas, empezamos a movernos para enfrentar la precarización laboral que padecemos, los bajísimos y desiguales sueldos que cobramos, la falta de recursos y, no casualmente, de respuestas por parte de las autoridades.

Todas esas injusticias nos llevaron a involucrarnos y participar. Y al caminar juntos fuimos dándonos cuenta de que intentábamos hacerlo con similares preocupaciones y expectativas:
- Tratando de organizar y articular desde abajo nuestro descontento para darle siempre un cauce colectivo y dejando de lado las (falsas) salidas individuales.
- Propiciando el protagonismo de cada compañero y compañera en nuestros lugares de trabajo, asumiéndonos como parte activa en la pelea por mejores condiciones de trabajo para todos/as.
- Impulsando permanentemente la realización de asambleas en cada uno de nuestros lugares de trabajo y organizando un espacio de delegados para tratar de dar continuidad a los esfuerzos y a la participación.
- Confiando fundamentalmente en nuestras propias fuerzas como trabajadores/as y movilizándonos activamente porque sabemos que la lucha es el único camino para conquistar lo que nos corresponde.

Así nacimos… pero la historia sigue

Por eso esperamos que esta sencilla revista pueda servir como puente para llegar a nuevos compañeros y compañeras a quienes todavía no pudimos conocer. Sabemos que en los edificios de Alem, en el de Callao o en cada Delegación o Gerencia de cualquier provincia de nuestro país, sufrimos problemas muy similares más allá de las particularidades existentes en cada lugar. Por eso mismo también esperamos que esta revista aporte a la comprensión de que nuestros problemas no son sólo “nuestros” sino de todos, y que no hay manera de resolverlos que no sea a través de la participación, la organización y la pelea colectiva.

Por esta razón estas páginas nacen con la intención de convertirse en un espacio de reconocimiento y de intercambio, de reflexión y, sobre todo, de elaboración de propuestas. Por eso no es equivocado decir que Empieza por Casa es una invitación a hacernos cargo de nuestro presente para ver cómo, entre todos, conquistamos las condiciones dignas de trabajo que nos merecemos como trabajadores y trabajadoras de un organismo público nacional.
Ni más, ni menos que eso.
(noviembre de 2008)


¿Por qué “Empieza por casa”?

En la primera asamblea general del año, realizada en marzo y convocada por ATE, luego de charlar sobre los problemas que cada uno sufre en su lugar de trabajo, llegó la hora de definir qué hacer, de decidir cómo seguir. Así, entre varias propuestas, desde la Asamblea se propuso la consigna “El trabajo decente empieza por casa”, para denunciar públicamente el contradictorio papel que está jugando nuestro Ministerio en materia de relaciones laborales.

En este sentido, todos sabemos que mientras el Ministerio pregona el “trabajo decente” en su discurso de cara a la sociedad, puertas adentro impone condiciones de precarización laboral. Lo sabemos y lo sufrimos. Condiciones que son las mismas que sufre el conjunto de los trabajadores/as de la administración pública, claro está, pero que en el caso de nuestro Ministerio asumen el carácter de grosera y flagrante contradicción… ¿Desde qué lugar el MTEySS puede exigir el cumplimiento y la vigencia de algo que como organismo público no cumple ni respeta? Como bien indica el dicho popular: “En casa de herrero, cuchillo de palo”.

Por eso nos resulta sumamente gratificante que aquello que inicialmente surgió como una propuesta de Asamblea haya sido tomado como consigna central por ATE, el sindicato del que somos afiliados la mayor parte de quienes hacemos Empieza por Casa. De este modo, esa iniciativa surgida al calor de la participación colectiva se potenció y pudo convertirse en referencia para muchos compañeros y compañeras que hoy se sienten identificados con esa frase, que es denuncia y exigencia al mismo tiempo.

En resumen, llamar Empieza por Casa a esta revista es una forma de revalorizar los espacios colectivos de participación, de defender de modo intransigente el valor de la Asamblea, el ámbito por excelencia donde históricamente los trabajadores y trabajadoras discutimos democráticamente nuestros problemas, elaboramos propuestas y resolvemos entre todos cuál es la mejor forma de pelear para conseguir lo que es nuestro. Décadas y décadas de experiencia de organización y lucha de la clase trabajadora en todo el mundo nos indican, sin duda, que ése es el camino.

Con esa vocación de participación, de debate y compromiso nace Empieza por Casa, con la convicción de que junto con el trabajo decente hay infinidad de cosas que deben empezar por nuestro espacio cotidiano, entre ellas, el deseo y la voluntad de cambio. Voluntad que es tarea de todos fortalecer, hacerla crecer, organizarla, para que nada siga como hasta ahora…
Es lo que merecemos.
(noviembre de 2008)